En un mundo cada vez más digitalizado, conocer las diferencias entre métodos de pago innovadores y seguros es esencial para usuarios y negocios. Este artículo revisa con detalle la evolución, ventajas y recomendaciones para elegir la opción más adecuada.
El crecimiento de los pagos móviles y sin contacto ha sido vertiginoso en la última década. Según estimaciones, el mercado global de pagos mediante códigos QR alcanzó un valor de $11.2 mil millones y se proyecta que crecerá hasta $51.58 mil millones en los próximos diez años.
Para 2025, se espera que el gasto global con pagos por QR supere los $3 billones. Además, se estima que el 80% de los servicios de pago en 2024 utilizarán métodos sin contacto, englobando tanto tecnologías QR como NFC/contactless.
Ambos sistemas facilitan transacciones rápidas y reducen la dependencia de efectivo. Sin embargo, sus mecanismos operativos y requisitos varían significativamente.
Pagos con QR requieren que el usuario escanee un código generado por el comerciante o la plataforma de pago. Normalmente, es necesario abrir una aplicación, autenticarse y contar con conexión a Internet para completar la operación.
Existen dos variantes:
Pagos contactless (NFC) funcionan mediante comunicación inalámbrica de corto alcance. Basta con acercar el dispositivo o tarjeta al terminal habilitado para que se establezca la conexión y se complete la operación.
Este sistema aprovecha la tokenización de datos financieros, en la que se genera un token único y temporal que sustituye la información real de la tarjeta, reduciendo riesgos de exposición.
La protección de los pagos digitales depende tanto de la tecnología como del usuario. A continuación, se exponen las principales fallas de cada sistema.
Riesgos asociados al QR:
Vulnerabilidades en NFC:
La adopción y satisfacción dependen de la facilidad de uso y la confianza que generan ambos métodos.
Los pagos por QR pueden sentirse menos fluidos porque requieren varios pasos consecutivos y una conexión estable. Sin embargo, su bajo coste y flexibilidad hacen que sean muy populares en mercados emergentes.
Por su parte, NFC ofrece un proceso casi instantáneo y cómodo, con autenticación biométrica integrada en muchas aplicaciones. No obstante, la necesidad de equipos compatibles limita su difusión en algunos contextos.
Para maximizar seguridad y usabilidad, se sugieren estas recomendaciones:
En términos generales, los pagos contactless (NFC) suelen considerarse más seguros gracias a su tokenización, cifrado estándar y alcance limitado de comunicación. Además, la mayoría de las soluciones actuales integran biometría, añadiendo una capa adicional de protección.
No obstante, los pagos con QR destacan por su accesibilidad y bajo coste de implementación. Para contrarrestar sus vulnerabilidades, es crucial adoptar QR dinámicos, mantener revisiones periódicas y fomentar hábitos de verificación en los usuarios.
El futuro de los pagos móviles probablemente combine ambas tecnologías, aprovechando la fluidez de NFC en entornos desarrollados y la flexibilidad del QR en lugares con infraestructura limitada. Sea cual sea la opción, la seguridad final dependerá de la conciencia y buenas prácticas de todos los actores involucrados.
Referencias