En un mundo marcado por la escasez de recursos y la urgencia ambiental, entender cómo y dónde invertir adquiere una dimensión trascendental. Este artículo te guiará paso a paso a través de las oportunidades y riesgos de los fondos que apuestan por el agua como recurso estratégico y el litio, pieza clave de la transición energética.
El agua y el litio se han consolidado como pilares de la economía global. Mientras el agua sustenta la vida y la producción agrícola e industrial, el litio impulsa la revolución de los vehículos eléctricos y el almacenamiento de energías renovables.
Ante la crisis climática y la electrificación acelerada, ambos recursos experimentan una demanda imparable. El agua enfrenta presiones por el cambio climático y la urbanización, mientras el litio se convierte en el “nuevo oro blanco” para baterías y tecnologías limpias.
Invertir en el sector hídrico requiere conocer los esquemas de financiamiento que permiten materializar proyectos de gran envergadura y alto impacto social:
Los fondos de agua diversifican su exposición en compañías de infraestructura de abastecimiento y saneamiento, tecnologías de eficiencia hídrica, plantas desalinizadoras y soluciones avanzadas de tratamiento.
Además, los ETFs especializados en agua ofrecen acceso global a empresas de supply chain del agua potable, con una baja correlación ante crisis económicas, lo que refuerza su atractivo como activo defensivo.
El litio, su extracción y su refinación presentan particularidades que influyen en la rentabilidad y la sostenibilidad de los fondos:
Un solo coche eléctrico requiere cerca de 60 kg de litio, y cada tonelada extraída consume hasta 1,5 millones de litros de agua. Estos datos resaltan la importancia de analizar la eficiencia hídrica en la minería de salmueras y las prácticas responsables de las empresas.
Referencias